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martes, 16 de diciembre de 2014

DE SANTOS Y HÉROES




A un señor le cortaron la cabeza, pero como después estalló una huelga y no
pudieron enterrarlo, este señor tuvo que seguir viviendo sin cabeza y
arreglárselas bien o mal.
 
                   de  ‘ Acefalia’  cuento de Julio Cortázar.




   Así me sentía yo cuando una voz al otro lado del hilo me dejaba a mi suerte con una bolsa de planes que murieron aun antes de nacer. Es posible que aquellos días fuesen para mí de los más angustiosos que me tocó vivir. Eso da una idea de la simplicidad de mis aspiraciones de la época y de mi bisoñez congénita, que queriendo volar sin siquiera saber andar derecho, me hizo meterme en sábanas prestadas. Más tarde la vida me regalaría situaciones mucho más serias – por lo trascendentes – y también otras de más agrado para las cuales, y sin yo saberlo, ya me había preparado durante ese período de orfandad simulada y amputación sentimental.

   Así la perra vida que vivimos nos va preparando para la siguiente etapa. A base de resbalones y porrascazos se nos endurece la piel  y el alma y se nos ablanda la mollera  y, lo que ayer era una tragedia de dimensiones épicas, hoy no es más que una puerta que se abre dando paso a infinitas libertades. Es por eso que al repetirse situaciones ya vividas en idénticos lugares y similares calendas, al final  aquella lección la di por aprendida. Tuvieron que pasar muchos los meses para que así fuese, pero aunque tarde, también a esto le llegó su hora.
     Gané en consecuencia unos lugares, sitios reales, reales jardines, callejuelas, tabernas y bares, barrios ilustres y barrios ilustrados, gente y gentes, soledad y bullicio, historias más vividas que contadas; lo que viene siendo una ciudad. Regué mi propia huerta y obtuve frutos, dulces unos, amargos otros; míos todos. Gané también una familia, reprochable como todas, para ayudarnos a crecer y llamarnos sin tapujos ( ‘mucho miedo y muy poca vergüenza es lo que hay’, diría mi madre ) ni escondrijos. Sin secuestros ni prohibiciones absurdas más allá de la infancia; pues para algo se creó el libre albedrío y la libertad de cada uno digan lo que digan los papeles de los juzgados. Gané todo eso y mucho más. Porque entre tanto que gané recuperé lo más preciado: a mí mismo, el verdadero héroe de mi historia y de mi vida.
    Perder, lo que se dice perder, también alguna cosa - en todas las guerras se producen bajas -   pero poco. Los santos, pocos han sido de mi devoción. Sus huesos mucho menos – con lo que a mí me empalaga el dulce ! - . De vinos y barros, los que no quise son los únicos que no he bebido; pues nunca necesité a nadie para traerme el vaso a la boca y eso que pocas veces faltó con quien hacerlo. Agua, agua bebo poca pues no me gusta demasiado habiendo otros caldos, y a lo mejor es por eso que dejo que corra no sea que me ahogue. Las capitales castellanas, que se sepa no se han movido del sitio y algunas sí es cierto que hace infinito que no frecuento, pero porque no quiero no porque no me lleven; que siempre he ido donde me ha dado gana.  Y si de joven no quise cariños pendejos, no los voy a perseguir ahora que ya voy tirando pa viejo. Perder como digo, poco he perdido; el tiempo si acaso, aunque bien empleado gran parte como se ha ido sabiendo después y voy diciendo ahora. La paciencia y las ganas de hacer tonterías – y lógicamente la intención de aguantarlas- , de esas de no querer llamar al pan, pan, y al que vino, porque vino; esas sí que se han acabado. 
De lo demás, si lo he perdido no me acuerdo.



     Apreciado y quizá ausente lector: acostumbrado como estás a mi escasez de escritos quizá ya ni me visites. Yo no pierdo la esperanza. A lo mejor alguien, quien sabe si de forma fortuita, acabe en este rincón de palabras olvidadas. Tanta esperanza y fe tengo que he decidido abrir un nuevo blog  ( aunque este se mantiene, si se le puede llamar mantener a esto que hago  ) donde, haciendo uso de la libertad que la cátedra me otorga, se hablará de mil cosas. Te espero también  pues, si así lo deseas, en: http://dicenlosestrategas.blogspot.com.es/ 
 Seguro que nos divertimos.  
Porque aunque tenga varios blogs, palabra sólo tengo una.



   Mientras me visitas ( aquí o allí )  recuerda lo que siempre decía mi abuela: ‘ No hagas caso a medios días habiendo días enteros’, así que procura no regalar tu tiempo a quien juega con tu ánimo. No entregues tus flores a animales que se alimentan de hierba ( verde o seca, tanto da ) porque les van a dar mal uso por más que te digan que las necesitan. Mejor las disfrutas tú. 

Hasta pronto. 

lunes, 25 de noviembre de 2013

No vine aquí para hacer amigos 
pero sabes que siempre puedes contar conmigo. 
Dicen de mí que soy un tanto animal, 
pero en el fondo soy un sentimental. 

Mi familia no son gente normal 
de otra época y corte moral. 
Resuelven sus problemas de forma natural. 
Para qué discutir, si puedes pelear. 

Dame una sonrisa de complicidad 
y toda tu vida se detendrá. 
Nada será lo mismo, nada será igual, 
ya sabes... 
Feo, fuerte y formal. 

En el calor de la noche, 
a plena luz del día, 
siempre dispuesto para alegrarte el día. 
Soy hombre de bien 
a carta cabal 
y como el DUQUE: 
feo, fuerte y formal. 

Mi fama me precederá 
hasta el infinito y más allá. 
Y vive Dios que escrito está: 
“Si doy mi palabra, 
no se romperá”.


Letra de 'Feo, Fuerte y Formal' de Loquillo y Trogloditas ( álbum 'Por mí y por todos mis compañeros ' )



Hoy, repaso.


Si algo de mí saben los que me conocen es que me encanta jugar. Si en algo coinciden los que me conocen bien y los que apenas me saludan es que me tomo las cosas muy en serio. Parece una contradicción pero no lo es en absoluto. Puedo entregarme al juego de manera que parezca que mi vida depende de ello; pero al mismo tiempo ser tan estricto con las situaciones que se me planteen en la vida como para no jugar con ellas. Una especie de 'juntos pero no revueltos' aplicado al día a día que me trae no pocos quebraderos de cabeza. 
     Por eso nunca falto a mi palabra una vez que la he empeñado ni dejo de acudir a una cita por más incómoda que me resulte. No haber abierto la boca o no haber bebido tanto. O las dos cosas a la vez, que la una suele llevar a la otra en muchas ocasiones y no siempre en el mismo orden. 'Si no querías perder no haber apostado; y si apostaste y perdiste, págalo' . Es uno de mis lemas. Y a mucha honra.  
   Podríamos decir que se me cumplen las tres F de aquel mítico vaquero del celuloide:   Feo,   Fuerte   y    Formal.
   Lo de Feo va a gustos; por eso no vamos a pelear. Es lo que hay y poco se puede hacer por cambiarlo. Siempre habrá quien proteste, así que lo dejamos como está. 
  Por lo de Fuerte va por barrios y por días, depende de con qué o con quien comparemos - siempre se acaba haciendo aunque no esté bien - pero lo suficiente como para levantarme y seguir adelante las veces que haga falta. 
Y en lo tocante a lo Formal creo que no hay duda, si bien siempre saldrá el que me eche encara tal o cual renuncio pero eso es porque - y ahí se incluyen tanto 'damos' como 'caballeras' - sus señorías no leyeron la totalidad del contrato i/o/u la letra pequeña. Para eso hace falta tener buena vista y mejor memoria. Lo primero se corrige con unas gafas y lo segundo o se tiene o no se tiene. Si no se tiene pues 'oletusgüeboscamperos!' , pero si se tiene pues no te la vas a cortar como tampoco se corta uno otras cosas por tenerlas demasiado grandes ( ahí entramos otra vez en el terreno de Feo que tratamos antes ). Tiene uno, en definitiva, que jugar con las cartas que le tocaron en suerte. Como corresponde a un buen jugador. Lo que soy.
   Pero todo eso no quita que joda - y joda mucho - cuando, después de haberse helado uno el culo sentado en una piedra no uno ni dos sino hasta tres días ( por si el año era bisiesto ) esperando, tenga que escuchar en bocas inconexas que faltó a la cita. Que después de jugarse el tipo para cuadrar cuentos sin desmontar historias, de dar  crédito y sacar la cara por quien no cree ni en su propia foto de carné tenga que pasar por egoista, inmaduro o vaya usted a saber qué otras minusvalías del carácter. 
       Acepto que nadie es perfecto como parte de las reglas del juego. Pero no puedo tolerar bajo ningún concepto la falta de rigor,de consideración y de imparcialidad por parte de quienes supuestamente estaban de nuestro lado. Nada es del todo blanco o del todo negro; pero  YO GRIS NO SOY. Que quede claro.


   Apreciado lector; en su día anuncié mis principios en esta serie de escritos que componen el blog. Advertí que se irían ampliando a fin de conocernos mejor. Al fin y al cabo en eso consiste la confianza, en conocer bien a quien tienes delante. Yo no puedo saber quién eres, pero como tampoco me dices nada ( la sección de comentarios está llena de telarañas ) pues no me afecta . En cambio tú que lees esto si que quizá quieras saber algo más de quien hay detrás de estas líneas. También es posible que todo esto te resulte innecesario; pues nada, una entrada para olvidar y punto. Yo por mi parte ya he cumplido. De todos modos , aun en el caso que el escrito de hoy no te haya gustado, debes saber que hay y habrá más y puede que alguno te agrade. Puedes volver a comprobarlo siempre que quieras.
   Yo estaré por aquí, como siempre. Esperándote.
       
   

sábado, 9 de noviembre de 2013

"… Somos una especie. Somos polvo de estrellas cosechando su luz. Nuestras vidas, nuestro pasado y futuro están vinculados al Sol y la Luna y las estrellas…"

   Carl Sagan,  de la serie 'Cosmos' ( capítulo final )



Polvos de talco



   
   Alguien me dijo una vez que le gustaría poder abrir un paréntesis en el tiempo para vivir aventuras sin tener que pagar las consecuencias que estas le acarrearían. No es fácil hacerlo. Tampoco acostumbra a ser sensato. Más tarde o más temprano nuestros fantasmas resucitan, salen de sus armarios, de debajo de la alfombra donde los hemos escondido para que no molesten y se plantan en mitad de nuestra historia sin preocuparles si matan o aporrean. No es su culpa. Ellos sólo hacen lo que les enseñamos a hacer, atreviéndose quizá a dar vida a nuestros más íntimos e inconfesables deseos. No entienden de armarios, de cárceles, de olvidos. No quieren abandonarnos del todo, porque saben - y lo saben bien - que nosotros no queremos perderlos para siempre ¿Acaso saldríamos ganando algo? Los necesitamos para conservar la cordura. Para recordarnos que aun estamos vivos, cosa que a menudo olvidamos.
     Es durante la noche que me visitan los fantasmas, mis particulares espectros del presente, del pasado y quién sabe si también del futuro. Suelen ser visitas fugaces, efímeras , espaciadas en el tiempo sin tener predilección por una determinada época; pero siempre, siempre son visitas amables. Robamos así tiempo y espacio a la cotidiana monotonía. A la gris  sucesión de jornadas sin nada digno de recordar. Instalamos dentro de esos paréntesis las aventuras no vividas, las frases que quedaron en el tintero, las pequeñas infamias que no tienen cabida en el mundo de los formales. No cambio esos momentos por nada.
   A veces, algunas veces, la noche se alarga. La sutil membrana que separa realidad y ficción tiene disimulada una rendija que uno y otros aprovechamos para traspasar la frontera y devolvernos la visita; ahora en tu casa, otro día en la mía. Instalar un paréntesis en nuestro propio jardín, en nuestros dominios, entraña aparte del riesgo y las emociones asociadas al mismo, el añadido de jugar y el miedo de perder. Más riesgo al fin y al cabo . Se multiplican y reviven más los fantasmas a la par que uno mismo, en un festival de contradictorias emociones. Renovando los humores con el fin de purificarlos. Aun así el precio no es barato: duele. Cerrar un paréntesis, aun de forma temporal, es siempre triste pues cada encuentro lleva asociada una separación. Cada nueva amistad una nueva preocupación. Cada posibilidad de romance un nuevo dolor.
     Así es la vida de los mortales. Así es nuestra efímera y fugaz existencia. Siempre queriendo ganar sin arriesgar, sin dar nada a cambio. Imposible. Lo sabemos. Pero aun así lo seguimos intentando una y otra vez. Dejando cada vez más cicatrices dentro y fuera, queriendo creer que eso servirá de algo. Que dejaremos huella. A lo mejor. 
        Huella en el camino.  Camino de reyes. Camino de reinas y princesas. Camino de estrellas. Polvo del camino. Polvo de reyes. Polvo de reinas y princesas. Polvo de estrellas.
   Polvo de talco.
     
    
   Amigo lector, da igual de qué estás hecho, da igual de dónde vienes y a dónde vas. Siempre podrás llamar a mi puerta. Siempre podrás tener tu paréntesis. ¿Querrás?
    Yo estaré aquí esperando. Como siempre.

sábado, 9 de febrero de 2013


'Si véis que se os aproxima, ríe, tiene cabellos color oro, si no responde a vuestras preguntas, ya sabréis de quién se trata. ¡Sed amables entonces! Escribidme sin vacilar un instante, contadme que el principito ha vuelto...'                   

  EL PRINCIPITO
 Antoine de Saint-Exúpery



PARA EMPEZAR A ANDAR


       Comienza aquí el camino. No se bien a dónde conduce, no se cuanto tardaré en sentirme cansado, sólo se que mis pies necesitan andar.
       Esta serie de monólogos o de diálogos conmigo mismo o con cualquiera que tenga la discutible suerte de leerme no tiene un objetivo claro. 
Y si lo tiene sólo a mí me importa.
Llenaré páginas con la frecuencia que crea conveniente y con aquello que me apetezca. 
Si te gusta ,me alegro; si no te gusta, también. 
Si te hace pensar, perfecto; si te deja indiferente, genial.
Si te emociona, bien; si te escandaliza ¡olé!
Si te hace soñar, duerme; si te quita el sueño, aprovecha el tiempo. Otro día hablaré de eso.

   Esta es mi presentación. Pero tengo otras. Las iremos viendo. Mientras tanto cuídate y pásalo bien.

Yo estaré aquí. 
Esperándote.