Hay veces que las palabras no consiguen salir de mi boca. El miedo, la vergüenza, los prejuicios o la educación se lo impiden. Pero si se quedan dentro mucho tiempo se rebelan, se pudren, duelen o van minando hasta que salen cuando menos falta hace. Por eso debo dejarlas en libertad. Cuando nadie me oye.
sábado, 9 de febrero de 2013
'Si véis que se os aproxima, ríe, tiene cabellos color oro, si no responde a vuestras preguntas, ya sabréis de quién se trata. ¡Sed amables entonces! Escribidme sin vacilar un instante, contadme que el principito ha vuelto...'
EL PRINCIPITO
Antoine de Saint-Exúpery
PARA EMPEZAR A ANDAR
Comienza aquí el camino. No se bien a dónde conduce, no se cuanto tardaré en sentirme cansado, sólo se que mis pies necesitan andar.
Esta serie de monólogos o de diálogos conmigo mismo o con cualquiera que tenga la discutible suerte de leerme no tiene un objetivo claro.
Y si lo tiene sólo a mí me importa.
Llenaré páginas con la frecuencia que crea conveniente y con aquello que me apetezca.
Si te gusta ,me alegro; si no te gusta, también.
Si te hace pensar, perfecto; si te deja indiferente, genial.
Si te emociona, bien; si te escandaliza ¡olé!
Si te hace soñar, duerme; si te quita el sueño, aprovecha el tiempo. Otro día hablaré de eso.
Esta es mi presentación. Pero tengo otras. Las iremos viendo. Mientras tanto cuídate y pásalo bien.
Yo estaré aquí.
Esperándote.
Etiquetas:
Principios
Ubicación:
Avinyonet del Penedés, Barcelona, España